
Sentidos enredados

CON TACTO
Mi nombre es Dora Silvestre y soy dermatóloga. Mi pasión por mi trabajo y mi obsesión por el cuidado de la piel, me han llevado a ser una persona esquiva con el sol, con el alcohol, tabaco, alimentación no vegana y con todo lo que pueda perjudicar el receptor más extendido que poseemos, la dermis. El resto de sentidos están sobrevalorados. Sólo los ojos se acercan a las posibilidades expresivas de la piel (frío, calor, excitación, cansancio…)
Resido en una ciudad no muy grande y poco industrializada, pues la contaminación agrede sobremanera y no permito que mi cara y mi cuerpo, digan lo contrario de la lucha que abandero.
Me prodigo muy poco; no asisto a eventos a pleno sol o que terminen después de las 24.00h. El cansancio deja rastro imborrable bajo los ojos. Mi edad es incierta, poca gente conoce mi cara (pues siempre llevo grandes gafas) y menos aún mi cuerpo. Respecto al maquillaje… menos es más.
A mi consulta vienen numerosas personalidades, siempre y cuando cumplan con un contrato de confidencialidad previamente revisado. Soy una persona muy famosa entre las grandes personalidades del país, pero gran desconocida para mi entorno más cercano.
Cada tres semanas, me ausento durante todo el día y nadie sabe a dónde voy... eso se queda sólo para mí…
Adoro las redes sociales, me permiten satisfacer mi necesidad de relaciones sin tener que moverme del sillón. Me gusta sobre todo Pinterest. Imágenes de pieles desnudas, cabellos… La belleza y la fealdad, dos caras de la misma moneda.